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La creación y venta de trampas para videojuegos es una actividad que, pese a los principios morales y las buenas costumbres, va creciendo cada vez más en el mercado gracias a diferentes empresas. Este es el caso de Cameron Santos, creador de Gatorcheats, quién se dedica a vender trampas para los juegos más facturados del 2020. Sin embargo, recientemente recibió una demanda que puede cambiarle las cosas muy drásticamente.
Riot y Bungie
En este caso, se trata del equipo de Riot (creadores de Valorant), y Bungie (creadores de Destiny 2) quienes encabezan esta demanda colectiva, presentada en el Distrito Central de California. Ambas empresas aseguran ya haber tenido en otra oportunidad disgustos debido a Cameron Santos, pues ya le habían hecho llegar una notificación en donde le exigían el cese de sus operaciones.

Este no sería el primer caso de demandas de este tipo, pues hace algunos meses, se detuvo también a un equipo de asiáticos por realizar esta misma tarea. De hecho, otros jóvenes que se consideran ‘’hackers’’ de videojuegos, son conscientes del riesgo que corren al perpetuar estas actividades, pudiendo enfrentarse, como Gatorcheats, a demandas millonarias por parte de grandes compañías.
Algunos detalles de la demanda
Los creadores de dos de los juegos más facturados del 2020 aseguran que Gatorcheats cobra por suscripción mensual 90 dólares, y les ofrece a sus clientes una suscripción absoluta por la elevada suma de 500 dólares. Esto, con la finalidad de proporcionarles ventajas a los jugadores sobre los oponentes, como la recuperación inmediata de la salud tras la derrota.
Ante esto, se han perdido sumas irreparables de dinero debido a dichos trucos, porque se convierten en juegos menos atractivos para los jugadores y de esa forma, se venden menos. Asimismo, esta es una acción no solo ilegal, sino también desleal que compromete seriamente el valor de competición de los jugadores.